Consejos para llevar una vida saludable

6 consejos para llevar una vida saludable

1. COME SANO, ES FÁCIL

Es recomendable comer:

A diario, varias veces: pastas, arroz, verduras, patatas, frutas, hortalizas, leche y derivados, aceite de oliva.
Varias veces por semana: pescado, carne, legumbres y frutos secos.
Ocasionalmente: dulces, helados y refrescos.
Suficiente agua.
La dieta saludable tendrá en cuenta la cantidad, variedad, frecuencia y organización de las comidas.

Se distribuirán los alimentos en cuatro o cinco comidas a lo largo del día, masticando bien los alimentos.

 2. DESPIERTA, DESAYUNA


 Tras el ayuno nocturno, es necesario  esta primera comida para comenzar la jornada con unas condiciones favorables para un rendimiento físico e intelectual adecuado.

El desayuno contribuye de forma considerable al aporte diario de vitaminas y minerales.

Debe proporcionar entre el 20 y el 25 % de las necesidades calóricas diarias.

Incluirá lácteos, pan galletas o similares, cereales, fruta o vegetales frescos. Se vigilará especialmente la presencia de fibra y un limitado contenido graso.

 3. VIVE ACTIVO, MUÉVETE

 Se sabe que un estilo de vida sedentario es perjudicial para la salud. La inactividad va asociada a riesgos de padecer ciertas enfermedades como la hipertensión arterial, aumento del colesterol en sangre, diabetes, etc.

Se recomienda moverse entre 30 y 60 minutos al día, todos los días, a intensidad moderada. Esto se puede conseguir llevando una forma de vida más activa: ir al trabajo andando, dando paseos a lo largo del día o subir las escaleras sustituyendo al ascensor.

4. HAZ DEPORTE, DIVIÉRTETE

El deporte favorece el cuidado de la salud y a la vez es una oportunidad para divertirse cuidando la salud física, psíquica y social.

Ejercicios como correr, caminar, nadar, ir en bici), a una intensidad moderada son bastante recomendables. Estos mejoran la eficacia del corazón  pulmones, ayudan a controlar el peso corporal, la tensión arterial, la glucosa y colesterol en sangre, el ritmo intestinal, combaten el estrés, liberan tensiones, aumentan la autoestima, etc.

5. QUITATE LA SED CON AGUA

Beber agua a diario es muy importante para el mantenimiento de un adecuado estado de hidratación. Muchos alimentos contienen abundante agua, como son las frutas, verduras, sopas, lácteos, …

Es necesario beber de 5 a 8 vasos al día. Se tendrá especial cuidado en personas mayores para evitar la deshidratación.

Se evitará un consumo excesivo de refrescos azucarados y zumos con azúcar añadidos. Hay estudios que demuestran una relación entre el consumo de refrescos en exceso y la obesidad infantil.

6. REDUCE LAS GRASAS

Está demostrado que en nuestra alimentación actual hay un elevado consumo de grasa. Las grasas “saturadas” aumentan el colesterol y el riesgo de sufrir problemas cardiovasculares y metabólicos. Son las grasas de origen animal y algunas de origen vegetal (aceite de coso, palma y palmaste). Este tipo de grasa abundan en embutidos, salchichas y charcutería, carnes grasas, tocino, nata, etc.

Las grasas “trans” son de origen vegetal que se han saturado de forma industrial, siendo perjudiciales para la salud, también se forman cuando los aceites alcanzan temperaturas elevadas en la frituras, o de forma natural están en pequeñas cantidades en carne o leche. Abundan en aperitivos salados, pizzas, palomitas, pastelería y bollería industrial.

Las grasas “insaturadas” son beneficiosas para la salud en cantidades moderadas. Los ácidos grasos omega 6 abundan en aceites de girasol, maíz y soja. Los pescados, sobre todo azules y algunos frutos secos son ricos en ácidos grasos omega 3. El ácido oleico, grasa monoinsaturada presente en el aceite de oliva es muy aconsejable, ayuda a bajar el colesterol y previene problemas cardiovasculares y metabólicos.

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